Estaba golpeado
Ángel López, de 39 años, fue encontrado el 9 de septiembre flotando en el Paraná cerca de la Isla Noguera. Había desaparecido días antes. En su entorno dijeron que se ausentó tras discutir con su ex mujer. Revelaron que tenía costillas fracturadas y otras lesiones.
A casi dos meses del hallazgo de un hombre muerto en el río Paraná, en la zona Sur de la ciudad de Corrientes, surgieron fuertes indicios para sospechar que fue víctima de un asesinato y no de un accidente o presunto suicidio, como se creyó al principio.
Datos obtenidos por diario época señalan que Ángel López, de 39 años, no habría fallecido a causa de una “asfixia por inmersión” (ahogado) sino que posiblemente ya estaba sin vida al momento de caer al cauce de donde lo rescató la Prefectura Naval Argentina (PNA).
Varias costillas fracturadas y hematomas propios de golpes provocados con algún objeto contundente fueron constatados en posteriores estudios médicos forenses. Además, un examen científico llegó a la conclusión de que el hombre no presentaba restos de plancton en los pulmones, un fuerte indicativo de que presuntamente murió antes de tomar contacto con el agua.
López vivía en el barrio Anahí de la capital provincial. De allí, según el testimonio de familiares a la Policía, se ausentó.
Al paso de las horas y como el hombre no daba señales uno de sus parientes más cercanos acudió, el viernes 5 de septiembre, a la comisaría seccional Undécima para realizar una exposición de búsqueda de paradero.
Los días trascurrieron hasta que el martes 9 de septiembre PNA localizó el cadáver de una persona flotando en el río Paraná, cerca de la isla Noguera. Luego de sacar el cuerpo del agua se dio intervención a la comisaría Decimoquinta.
La persona fallecida fue conducida al Instituto Médico Forense (IMF) donde quedó como NN hasta que al día siguiente lograron reconocerlo. Era López, quien, según trascendió en ese momento desde su entorno, al parecer sufría de ataques de epilepsia. Así también lo había informado la Policía en un comunicado de prensa.
Posteriores estudios médicos fueron determinantes para hilvanar una hipótesis que fuera más allá de la conjetura de un supuesto accidente o acto de suicidio como causal de la muerte.
Lesiones tales como huesos rotos en la región intercostal y hematomas constatados pese al estado de descomposición del cuerpo serían indicativos de que López habría sido “golpeado”.
Trascendió que el día en que el hombre fue visto con vida por última vez supuestamente protagonizó una acalorada discusión con su ex pareja, quien luego manifestó a las autoridades que López salió enfurecido del domicilio del barrio Anahí donde inclusive -según esa versión- rompió un termo lanzándolo al piso.
Hasta el momento no hay mayores detalles al respecto. Sí del inicio de una investigación con la cual buscan cimentar las sospechas de un supuesto homicidio.
La causa, iniciada bajo la carátula de “muerte dudosa”, se tramita ante la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción número 5. (Época)