Roque González rodó el jueves y
ya está en su casa. Al jinete correntino se le cayó encima un caballo a 200
metros del disco en la 13ra. carrera de La Plata.
Lo que le sucedió al jockey Roque
González el jueves pasado en la decimotercera carrera del Hipódromo de La Plata
tendría que ser una señal de alarma para todos. Para los responsables de llevar
adelante el espectáculo de las carreras de caballos, principalmente. Pero
también para sus colegas y cuidadores y propietarios, quienes de algún modo u
otro, presionaron para que volviera la actividad al escenario sureño, luego de
cinco fechas sin competencias, y más allá de que la pista aún no están en
condiciones óptimas para correr.
La imagen del accidente que
sufrió González a 200 metrosdel disco fue dantesca. El ejemplar Mananga sufrió
la fractura de ambas manos, cayó pesadamente a la pista y el jinete quedó
sepultado por el equino y sin posibilidad de salir de abajo del mismo por su
seminconsciencia: "Me acuerdo de algunos pasajes. Por ejemplo, de los dos
muchachos que me sacaron de abajo del caballo. Recuerdo que me sacaban la arena
de la boca, porque di con la cara contra el piso cuando caí. Y también que me preguntaban
como me sentía", cuenta este correntino nacido en Goya hace 27 años.
Después, ya camino al Hospital
Español de La Plata, donde fue trasladado, la consciencia iba y venía según
recuerda: "En el viaje ni recordaba que tenía una hija...Pero en el
hospital me acordé de Maira Belén...", dice quien fue papá primerizo de
una beba hace unos pocos meses.
Luego de esperar las primeras
atenciones en el Español, sus amigos y un representante gremial decidieron
trasladarlo al Instituto del Diagnóstico, donde sí recibió el trato pertinente,
fue sometido a toda clase de estudios y quedó internado en observación. A las 8
de la mañana del otro día volvió a su casa.
La rodada de Roque se produjo
justo el día que La Plata volvió a la actividad. El martes por la tarde Sergio
Fernández, administrador del hipódromo, le aseguró a Clarín que el jueves no
iba haber carreras debido a que querían hacer el trabajo de sellado sobre la
pista para que ésta estuviese en condiciones para la competencia. Pero el
miércoles desde el propio hipódromo se dio a conocer un comunicado anunciando
que el jueves sí habría carreras. Y la reunión se llevó a cabo ese día.
La versión fue que los
especialistas de cancha les habrían asegurado a los profesionales que, si bien
la pista no estaba con los 10 puntos, se encontraba en condiciones para correr.
Una decisión que, pese a no estar del todo de acuerdo, la administración
terminó acompañando.
De todas maneras, y aunque muchos
sectores atacaron por diversos medios a la administracion y fogonearon que el
accidente se había producido por el mal estado de la pista, fue el propio Roque
González quien le expresó a Clarín que para él no fue así: "Mi accidente
fue sólo una fatalidad. Mi caballo se fracturó en esta cancha como se podría haber
fracturado en otra. Yo venía corriendo por la mejor parte de la pista, de eso
estoy seguro", afirmó.
De todos modos y pese a que el
jinete no responsabilizó a la administración por el accidente, hay que convenir
que la rodada se produjo en un momento muy complicado y en el que no es
conveniente dejar lugar a dudas.